Un lavado de autos que no se imagina
Remontándonos a 1924 nos encontramos con el Auto Wash Bowl, un lugar en Chicago, EE. UU., en la que limpiaban los autos de una manera muy peculiar. Se trataba de una plaza inundada con la que, ni cortos ni perezosos, dejaban los autos impolutos. A falta de mangueras con agua a presión, decidieron inundar la plaza del centro del negocio, situada en Chicago, para proceder a limpiar los autos tan peculiares que rodaban en un momento de puro crecimiento económico antes del Crack del 29.
El principal problema que tenían a la hora de limpiar estos autos, es que se usaban para ir al establo, donde tenían los caballos de carreras por los que apostaban.
Por supuesto que no había ninguna zona aislada para rodar con el auto, por lo que se llevaban todo el estiércol de caballo con las ruedas. Es decir, la suciedad estaba totalmente impregnada.
Con este particular uso de la plaza, consiguieron un gran público (si bien la clientela era reducido, pues no todo el mundo podía acceder a un coche en esa época) que estaba dispuesto a pagar por eliminar esa suciedad que tan mal olor desprendía. A falta de tecnología, buenos son los recursos.
No necesitaban ningún túnel de lavado ni mangueras con agua a presión. Aunque el método de limpieza supone un gran derroche de agua, hay que admitir que se lo pasarían bastante bien limpiando los autos.
Via: Jalopnik – D.M.