Roland Ratzenberger: Todo hombre nace como muchos y muere como uno único.
Si hay algo o no después de la muerte, eso es algo que no podemos saber con certeza. Pero lo que sí está claro es que para los que seguimos vivos, la muerte es algo terrible, pero aún así, hay algo peor que morir y es morir y ser olvidado.
Evidentemente, Roland Ratzenberger no ha sido olvidado pero sí que es a menudo relegado a un escalón inferior por lo que sucedió el día siguiente de su muerte. Independientemente de lo conocidos que fueran alrededor del mundo, Roland Ratzenberger y Ayrton Senna eran igualmente queridos por sus familias, amigos, conocidos e incluso seguidores.
El mes de mayo de 1994, en Imola se fueron dos pilotos de Fórmula 1 que disfrutaban con su trabajo y que vivían su sueño “a fondo”. Uno de ellos pasaría a la historia como uno de los grandes de la categoría reina. El otro, sería casi una anécdota, a menudo considerado como un mero “complemento” de la historia del propio Senna.
Que estas líneas sirvan para honrar la memoria de Roland Ratzenberger en el vigésimo aniversario de su muerte.
Via: motorpasionf1 – D.M.