La alegría dibujada detrás de un líder
Sacar adelante una empresa no es una tarea fácil. Sin embargo, hay personas que nacieron para liderar en distintos frentes. Uno de ellos es Diego Ponce, gerente general de Mansuera. Este padre de familia, de 49 años, esconde detrás de su rostro una sonrisa sincera.
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A pesar de que a su cargo tiene a muchos trabajadores, él busca la manera de ser una persona alegre y colaboradora. Desde pequeño se inclinó por los deportes. El fútbol fue y es, hasta la actualidad, una de sus pasiones. No obstante, sus ganas de aprender también dominaron gran pare de su vida.
Ponce se graduó del colegio como Físico-Matemático para luego estudiar en la universidad Ingeniería Comercial. Durante sus estudios superiores, él se encargó de descubrir su verdadera vocación y otras pasiones que decoraron su vida. En una primera instancia descubrió que lo suyo eran los negocios y que su vida estaba destinada a manejar los hilos de alguna empresa.
Cuando era más joven, él creía que llegaría a ser un gran abogado, pero el destino le tenía preparado otro rumbo. Al mismo tiempo que cursó sus estudios en la universidad, Diego –como pide que lo llamen en la oficina a todos sus colaboradores- combinó la preparación académica con las fiestas y los viajes, que también fueron parte de sus días.
De esta forma consiguió dos becas que cambiarían su vida: una a Suecia y otra a Japón. En esos países estuvo durante un tiempo n muy extendido, pero que le sirvió para forjar su carácter y su profesión. El inicio de su vida profesional se dio en un banco, pero más tarde desempeño labores como asistente de gerencia.
Según Ponce, ese es el mejor puesto para aprender sobre la actividad empresarial es el de asistente. “Siempre cuento como experiencia que el mejor puesto para comenzar en un trabajo es ser asistente del gerente general porque uno empieza a aprender de todo. Lo importante de esto es que uno se desenvuelve en nuevas cosas y genera respeto dentro de la organización. Ahí fue donde me di cuenta que lo que quería era trabajar en el manejo de empresas”, relató.
Actualmente, Diego ha consolidado su trabajo en Mansuera a pesar de las dificultades que ha atravesado el país en términos económicos. No obstante, reconoce que su principal reto es mantener a la empresa sólida y a su familia feliz. “Los sueños van cambiando con los años. Antes quería salvar al mundo, pero ahora sé que la manera de hacerlo es ayudando a todas las personas y dando un bue ejemplo”, destacó.
Diego Ponce, 49 años
Estudió en el Colegio Americano y luego Ingeniería Comercial en la Universidad Católica. Adicionalmente ha seguido varios diplomados, tanto en Ecuador como en el extrajero (Suecia y Japón). Soy una persona que me gusta bastante estudiar. En el colegio fui físico-matemático. De joven soñé con ser abogado y la otra ingeniero comercial.
Me apasionó el mundo de los negocios desde un inicio. Empecé a trabajar en un banco y luego cambié de empresa. Siempre cuento como experiencia que el mejor puesto para comenzar en un trabajo es ser asistente del gerente general porque uno empieza a aprender de todo. Lo importante de esto es que uno se desenvuelve en nuevas cosas y genera respeto dentro de la organización. Ahí me di cuenta que lo que quería era trabajar en el manejo de empresas.
Mi hobbies de joven me gustaba trabaja y las actividades deportivas. También las fiestas y viajar. Una mezcla de todo. Conocer nuevas culturas y actualizarse en todo. Me gusta conocer personas y pasar con los seres queridos. Me gustan los paisajes del Ecuador y de la gastronomía.
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