El futuro del automovilismo, a la vuelta de la esquina

Cuando era pequeña me imaginaba un futuro como ‘Los Supersónicos’, la caricatura que relataba la historia de una familia del año 2062, que estaba rodeada de autos voladores, robots, viajes espaciales y una gran cantidad de artilugios propios de una civilización avanzada. Y aunque todavía nos falta mucho para eso, hoy por hoy ya podemos ver cómo ese futuro empieza a acercarse.

Los automóviles autónomos o con autopiloto, son un reflejo del desarrollo tecnológico que poco a poco han ido perfeccionando los grandes constructores de vehículos. Compañías como Toyota, Tesla, Volkswagen, Ford, Nissan, Volvo y hasta Google han invertido fuertes cantidades de dinero en estas tecnologías, y hoy en día ya podemos ver el resultado de ese trabajo en los prototipos que ya circulan las calles y autopistas alrededor del mundo.

Si te lo preguntas, prácticamente todos los modelos están desarrollados a partir de tecnologías similares: el uso de sensores y cámaras en diferentes partes del automóvil, los cuales sirven para generar una serie de imágenes que, con ayuda de una computadora, toma las decisiones de conducción como el control de la velocidad, el frenado y girar hacia un lado o hacia otro, principalmente.

Google, por ejemplo, es uno de los grandes pioneros en el desarrollo de autopilotos y es que hoy por hoy ha logrado hacer circular de manera habitual una serie de prototipos con su tecnología autómata en modelos como el Prius de Toyota y el Audi TT. Por cierto, también se encuentra desarrollado un particular modelo de automóvil autónomo cuya característica principal es que carece de volante y pedales. Por lo pronto ya podemos ver el prototipo que está diseñado para circular en un medio urbano.

Un autónomo de Google al servicio de una persona invidente en Estados Unidos.

Otra de las compañías que han generado mayor movimiento en el tema de los automóviles sin conductor, es la estadounidense Tesla Motors. La empresa ha iniciado un proceso de ‘evolución’ paulatino principalmente en su Modelo S, con el desarrollo de actualizaciones de software que permitan poco a poco hacer más autónoma la conducción.

Con su opción denominada AutoPilot, es capaz de efectuar maniobras por sí solo como cambiar de carril (con sólo mover la direccional), esquivar obstáculos que aparezcan alrededor del vehículo y estacionarse en paralelo. Otra de las grandes novedades es el sistema AutoSteer, que permite al conductor dejar que el software tome el control del vehículo al circular en carretera, permitiéndole mantener al auto en un mismo carril  y variar el ritmo dependiendo la fluidez del tráfico.

Aquí un Model S de Tesla, circulando en AutoPilot por las calles de Nueva York.

Un autónomo en México

La Universidad Libre de Berlín en colaboración con la Universidad de Nevada en Reno, y bajo el liderazgo del doctor mexicano Raúl Rojas, llevaron a cabo un recorrido por la República mexicana con el automóvil denominado ‘AutoNOMOS’.

Este ‘auto robot’ cuenta con 33 sensores, nueve cámaras de video, nueve lásers y un sistema GPS, que envían la información hacia una computadora central, que determina la velocidad, el carril y otros parámetros de manejo.

Para el recorrido de Nogales, Sonora al Distrito Federal, fue necesaria la realización de un mapa digital de la ruta. ‘AutoNOMOS’ viajó por más de 2 mil kilómetros y alcanzó velocidades entre los 120 y 140 kilómetros por hora, pasó por casetas de peaje y rebasó vehículos. E incluso pese a algunos problemas con la infraestructura carretera, el automóvil pudo relacionarse de manera óptima con su entorno y transitar casi con total normalidad.

La legislación nos separa

Todavía falta un buen rato para que podamos ver vehículos autónomos circular por calles, avenidas y autopistas de nuestro país, principalmente por el tema de la legislación. Y es que aún falta resolver el tema de responsabilidades en caso de un accidente en el que se involucre un vehículo autónomo y claro, cuestiones de infraestructura que permitan la circulación de estos autos con la mayor seguridad posible.

Por lo pronto, ya podemos ver en Internet una gran cantidad de videos en donde se prueba esta tecnología. Y aunque siempre habrá los que prefieran la emoción de tener el control, habrá otros que preferirán disfrutar el paisaje y dejar que el automóvil haga lo suyo.

Tú, ¿de qué lado estás?