Alpine A110, un nuevo conquistador galo
Con el lanzamiento del Alpine, Renault rescata no sólo una marca, también uno de los nombres más reverenciados en la historia del deporte-motor galo.
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DE POCO EN POCO…
Aunque la presentación oficial del primer modelo de la renacida Alpine está pactada para el 7 de marzo, Renault no ha querido esperar más y nos comparte las primeras imágenes. Alpine es una marca con mucha tradición en México, ya que aquí se produjo entre 1965 y 1974 gracias a la asociación con la firma local DINA, lo que le valió el mote de “Dinalpin”, por lo que es un auto muy esperado por varios entusiastas nacionales.
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ALPINE A110, PRESENTACIÓN
En la lámina no hay sorpresas: el diseño no ha variado un solo milímetro del Alpine Vision Concept develado hace un año; lo que es bastante positivo, debido a la aprobación unánime que recibiera el prototipo en su momento, gracias a que ha respetado mucho más la esencia de los vehículos de Alpine que otros conceptos anteriores.
A110, UN NOMBRE ICÓNICO PARA UN NUEVO CONQUISTADOR GALO
Quizá el único elemento sorpresivo es el nombre. Mientras que se esperaba algo al estilo de “A120”, para señalar una progresión con respecto al mítico A110, es este mismo apelativo el que subsiste, remarcando más una continuación que una evolución. «Refleja los principios atemporales de tamaño compacto, ligereza y agilidad que hicieron un éxito del Berlinette original”, señala Alpine.
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ALPINE A110, EVOCADOR
Y es que todos los elementos clave están ahí, pero ahora traídos al siglo XXI. Al frente hay faros dobles, los principales, fuertemente resaltados por protuberancias que nacen de las salpicaderas (un detalle clásico que fuera bastante común antaño y que hoy sólo subiste en pocos autos con mucha tradición, como el Porsche 911 o el MINI Hardtop), mientras que en el cofre hay una nervadura central en todo el largo y dos más cortas a los lados que nos recuerdan a los viejos broches del modelo clásico.
PERFIL CLÁSICO
En el perfil destaca la línea de carácter que corta a la mitad la puerta para después caer hacia la rueda trasera, un detalle también con fuerte genética, que sería idéntico si no prescindiera del cromo. La línea de cristales es de lo que más cambia, pese a conservar trazos de techo y de línea de cintura muy parecidos, pero los pilares se ensanchan y reposicionan en aras de la seguridad y la practicidad, como en buen auto moderno.
MODERNO ALPINE
El medallón también se encarga de dejarnos un guiño al forzar la forma de herradura de su antecesor, mientras que las líneas de la cajuela también juegan con las nostalgia, contra las calaveras, quizá el elemento más moderno del auto, junto con el poste C y los deflectores de aire en los bajos, el zaguero, dominado por el tubo de escape central.
LO QUE NOS FALTA
El peso se mantendrá apenas arriba de la tonelada, aunque no hay una cifra exacta. Seguimos con la conjetura de un motor 1.8 a 2.0 litros con algo entre los 250 y los 300 caballos; y no, tampoco tenemos aún imágenes del interior. Las dudas terminarán el próximo 7 de marzo.
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