Transmisión CVT: ¿en qué se diferencia de una automática?
Existen muchas diferencias, desde sus piezas hasta su desempeño. Asimismo, algunos confunden la caja CVT con la secuencial, ignorando que este último se refiere a las cajas AT que permiten subir o reducir secuencialmente las marchas de forma manual.
A pesar que ya han pasado muchos años desde su creación e implementación en un automóvil (1958 -y muchos más desde que nació como una idea-), su uso masivo en la industria automovilística tiene menos tiempo de lo esperado. Debido a esto, hay quienes aún no tienen claro la diferencia entre una transmisión variable continua (CVT) y una automática (AT). A continuación una breve explicación y algunos videos para ilustrar el tema de la mejor forma.
Transmisión CVT: ¿en qué se diferencia de una automática?
Para empezar, ambas (CVT y AT) son cajas automáticas; es decir, el paso de marchas (o cambios) son hechos por el mismo sistema de transmisión. Por ello, el conductor se limita al uso del acelerador y freno para regular la velocidad. Sus principales diferencias se encuentran en sus componentes y, obviamente, su funcionamiento.
Mientras la transmisión automática usa engranajes para las velocidades, la caja CVT se basa en el uso de poleas (semejante a dos conos en posición opuesta) unidas por una cadena o correa de goma muy resistente, incrementando la velocidad del vehículo de forma constante (de allí su nombre) y mucho más limpia y plana, sin esos ‘saltones’ típicos de la caja AT. En el siguiente video, Nissan brinda detalles muy bien explicados.
Las ventajas pasan por un funcionamiento mucho más eficiente del motor y un menor consumo de combustible. Además, al trabajar de forma gradual, no hay un número determinado de relaciones, por lo que, cada vez que se pisa el acelerador, es como si se le estuviera soltando más y más y más la cuerda (o cadena) a la aceleración y potencia del propulsor sin encontrar prontamente un tope. Aquí un ejemplo.
¿Vieron? Olvidé comentarles que este tipo de transmisión tiene la capacidad de mantener el par máximo del motor; es decir, sostiene el número de revoluciones y el régimen de potencia máxima de manera constante.
¿Hay desventajas?
Como en todo, las hay. En este caso, pasa por la aparente baja potencia y torque que puede transmitir la caja CVT, sobre todo, en salida. Al darse la aceleración en forma gradual, no es el mejor de los ejemplos en estos aspectos. Aunque secundario pero importante, otro punto a considerar es el incómodo ruido del propulsor al estar en su par máximo; sí, ese sonido que te dice que debes hacer un cambio más, pero que, en este caso, es imposible.
Toyota se suma a la clase. Aunque el siguiente video está en japonés, es muy intuitivo y fácil de entender.
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