Test Drive: Mercedes-Benz GLA 250 4Matic, un nuevo terreno
Mercedes-Benz es una de las marcas que mayor cantidad de innovaciones tecnológicas introdujo en la industria automotriz, muchas de creación propia y otras tantas comprando las patentes. Pero, a pesar de esa vanguardia, existe un rubro en el que “llegó tarde”: el de los SUV compactos. ¿Por qué? Simplemente por una cuestión de disponibilidad. El representante de Mercedes-Benz entre los modelos más pequeños es el Clase A, modelo que no fue el más exitoso de la marca y que la expuso a una serie de problemas desde su lanzamiento a fines de la década de 1990: defectos de seguridad, cierta merma en la calidad de las unidades que en aquel momento se fabricaban en Brasil, fueron algunos de los inconvenientes que tuvo que enfrentar y que relegaron a esta serie. Pero ahora, cuando los representantes de la nueva generación de la Clase A muestran una clara evolución en todo sentido, los responsables de la marca alemana consideraron que era el momento de sumar la variante SUV.
Así aparece el GLA, que llega a la Argentina en dos versiones: 200 (156 CV y tracción delantera) y 250 4Matic (211 CV y tracción integral), la elegida para esta nota.
Todo un A
El GLA está desarrollado sobre la plataforma del Clase A y hasta sigue muy de cerca el aspecto, salvo por los agregados específicos que muestran sus intenciones de alejarse (no mucho) del asfalto: el perímetro inferior está recorrido por apliques plásticos de color negro que, en el sector frontal y el posterior se combinan con aluminio, el mismo material de las barras del techo.
Sin embrago, el GLA es más grande que el A “a secas”, superándolo por 62 mm en la longitud, 24 mm en la anchura y 64 mm en la altura. La distancia hasta el piso también es mayor y eso permite conducirlo con cierta displicencia sin preocuparse tanto por los caminos accidentados como sucede con el A. Pero, ¡cuidado!, porque si por alguna razón rompemos una cubierta, empezarán los problemas: no tiene rueda de repuesto, en su lugar dispone de neumáticos run flat, cuya reparación todavía es un misterio para la mayoría de los gomeros locales y su reposición se ve afectada (como otros muchos rubros) por el elevado costo y las limitaciones que sufren las piezas importadas.
Lujo y deportividad
En el interior todo es lujo y deportividad, al tiempo que la disposición de los elementos y la posición de manejo (excelente, aunque no dispone de las butacas anatómicas como el A 250 y que ofrece esta versión del GLA en otros países) entregan al conductor la sensación de que está al mando de un auto: su comportamiento tanto en ciudad como en ruta es excelente, con una dirección rápida y precisa y suspensiones mullidas que copian perfectamente las imperfecciones del piso aunque el algunas situaciones urbanas el tren trasero puede resultar algo “duro”.
Atrás el confort se ve limitado porque el espacio para las piernas no es suficiente para personas de contextura grande, mientras que quien ocupe la plaza central tendrá que lidiar con el túnel de la transmisión.
En cuanto al baúl, ofrece una capacidad aceptable para su segmento (421 litros), pero es más pequeño que el de sus rivales.
Fuera de pista
Como otros tantos vehículos de su tipo, el GLA no es precisamente un todo terreno. Sí está preparado para enfrentar senderos de baja complejidad (caminos de ripio, arena, barro no muy espeso, etc.), ya que aunque dispone de una serie de sistemas que intentan ayudarlo cuando se mete en esas superficies, (frenos ADAPTIVE BRAKE con ayuda de arranque en pendientes y función HOLD, control de velocidad en pendientes DSR y funciones para todo terreno) y el sistema de tracción integral es muy eficaz, los ángulos de ataque, salida y ventral no son los mejores (11,9°, 18,3° y 10,9°, respectivamente), el despeje es acotado (124 mm) y no cuenta con caja reductora ni bloqueo de diferencial.
Poder concentrado
El motor 250 (dos litros con inyección directa y turbo de 211 CV) y la caja automática de doble embrague y siete relaciones le otorgan gran agilidad: 7,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 227 km/h de velocidad máxima. Este motor dispone de una función denominada ECO, sistema que se ocupa de detener el motor cuando su funcionamiento no es necesario (semáforos, tránsito trabado, etc.) y ponerlo en marcha nuevamente en forma automática para reanudar la marcha. Gracias a este dispositivo y la efectividad de la caja, las marcas de consumo de este modelo de tracción integral son muy buenas: 12 km/l fue el rendimiento promedio alcanzado en nuestras pruebas.
Del mismo modo que el resto de los componentes mecánicos los frenos responden muy bien con un ABS bien ajustado que entra en acción solo cuando es necesario incluso fuera de pista.
Contra todo este bagaje positivo, aparece como principal contra de este modelo el precio: castigado por el impuesto al lujo vale 1.115.451 pesos, un precio muy elevado que supera al de sus rivales (el Audi Q3 2.0 TFSI quattro vale 950.000 pesos y el BMW X1 2.0 sDrive, 903.000 pesos) y que no es acompañado por una garantía adecuada ya que la cobertura que ofrece la empresa es de dos años sin límite de kilometraje.
A favor
Respuesta motor/caja
Confort de marcha
Nivel de equipamiento
En contra
Precio/Garantía
Neumático run flat (sin auxilio)
Habitabilidad trasera ajustada
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Motor: Naftero. cuatro cilindros en línea, 2.0, 16 válvulas. DOHC. Alimentado por inyección directa, turbo e intercooler.
Potencia: 211 CV
Transmisión: Tracción integral. Caja automática de doble embrague y siete velocidades.
Dirección: Piñón y cremallera, asistencia eléctrica.
Suspensión Del/Tras: Independiente/independiente.
Frenos Del/Tras: Discos ventilados y perforados/discos
Llantas: Aleación 18” Neumáticos: 235/50 R18
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 227 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 7,5 segundos
Consumo promedio: 12 km/l
DIMENSIONES Y PESO
Carrocería: SUV, cinco puertas, cinco pasajeros.
Largo 4.417 mm
Ancho 1.804 mm
Alto 1.494 mm
Distancia entre ejes 2.700 mm
Capacidad de baúl: 421 dm3
Capacidad del tanque: 50 l
Peso en orden de marcha: 1.380 kg
Origen: Alemania
Principales competidores
Audi Q3
BMW X1